La trazabilidad alimentaria nos permite rastrear todos los pasos que ha seguido un alimento desde su origen, pasando por su proceso de transformación y terminando en las manos de los consumidores. Se trata de un sistema esencial para controlar los riesgos que puedan afectar a la cadena de suministro de alimentos.
¿Por qué es importante la trazabilidad alimentaria?
Los sistemas de trazabilidad alimentaria son claves a la hora de mantener la seguridad alimentaria en todas las etapas por las que pasan los alimentos. En caso de detectar una alerta, son capaces de guiarnos para dar con el origen del problema o fraude.
Los principales objetivos que se buscan cumplir con la trazabilidad alimentaria son:
- Proveer de información veraz al consumidor.
- Garantizar la calidad del producto (funciona como un sistema de control de calidad).
- Probar y acreditar la retirada de un alimento del mercado.
En un caso práctico, los sistemas de trazabilidad permiten detectar dónde ha tenido lugar la contaminación. Por ejemplo, si unos filetes han producido una intoxicación a unos comensales en un restaurante: ¿el problema estaba en esa partida de carne y hay que ordenar su retirada? ¿Ha habido un fallo en la conservación de esa carne? ¿O lo que estaba contaminado es el pienso que comieron los animales en origen? El sistema de trazabilidad tendrá la información que facilite la respuesta a estos y otros interrogantes: solo habrá que analizarlo con detenimiento detectivesco.